Última actualización mayo 15th, 2025 9:45 AM
May 15, 2025 Admin Automotriz, Más Industria 0
El director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Gabriel Padilla, afirmó que se presentará una nueva oportunidad de nearshoring 2.0, ya que, en el contexto arancelario que está imponiendo Estados Unidos, México quedará en una posición más favorable frente a otros países.
Entrevista/Silvia Ortiz
Redacción/Marisela López
QUERÉTARO, Qro. (15/05/2025).- La Industria Nacional de Autopartes (INA), organismo que agrupa a las principales autoparteras de México y siempre ha jugado un papel muy importante en la industria automotriz, ahora toma un rol fundamental frente a los acontecimientos que en el escenario nacional e internacional provoca la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por ello, Vanguardia Industrial platicó con Gabriel Padilla Maya, director general de la INA, quien explicó que estamos en un ecosistema de negocios muy cambiante, muy dinámico y el sector automotriz juega un papel relevante en la definición no solo de la estrategia del sector manufacturero de México, sino también de la economía y del desempeño económico a futuro de nuestro país frente al mundo.
Contexto
El sector automotriz aporta 2.4% al Producto Interno Bruto (PIB) y solo de autopartes la producción fue en 2024 de casi 123 mil millones de dólares, lo que nos ubica como el cuarto productor a nivel mundial.
“Somos un jugador global, solo después de China, que es el primer país, seguido Estados Unidos y de Japón. Nosotros desplazamos desde 2021 a Alemania en el cuarto lugar y buscamos la forma de estar en el tercero, desplazando a Japón. Pero esto habla de que prácticamente México se está convirtiendo en un hub de producción de manufactura avanzada, hacia uno de los sectores de mayor dinamismo a nivel mundial”, aseguró Padilla Maya en el International Automotive Industry Supply Summit, en el Centro de Congresos de Querétaro.
Puntualizó que México es una pieza clave y fundamental para la competitividad que se ha construido de Norteamérica en el sector automotriz y mencionó que todo este clima de aranceles ha afectado el ecosistema.
Añadió que la exención que tenemos momentáneamente de la aplicación de aranceles a las autopartes “es un reconocimiento a este nivel de integración y a este papel fundamental que hoy juega la industria automotriz, no nada más en México sino a nivel internacional”.
43% de autopartes en EU, mexicanas
Nuestro país es uno de los principales proveedores de autopartes para Estados Unidos; de ahí la relevancia para su industria automotriz.
Padilla explicó que independientemente de la vocación de exportación que tiene México desde el TLCAN y ahora con el T-MEC, prácticamente se han construido 30 años de complementación de manufactura en los procesos, sobre todo para el suministro de autopartes para la industria terminal en Estados Unidos y su aftermarket, que no es una cosa menor, porque estamos hablando de un parque vehicular estadounidense de más de 260 o 270 millones de automóviles y con una demanda en el mercado norteamericano de más de 14, 15 millones de unidades.
Con todo lo anterior, México complementa las necesidades de abasto del sector automotriz en Estados Unidos con exportaciones de cerca 3 millones de autos, pero 43% de las autopartes que se necesitan en esa nación para producir en sus plantas y para su aftermarket son partes originarias que se producen hoy en México.
Aranceles
El 29 de abril pasado Trump emitió una nueva orden ejecutiva que modifica la aplicación de ciertos aranceles para productos de México y Canadá. En un comunicado, la INA informó que esta medida busca evitar que se acumulen múltiples aranceles sobre un mismo producto, especialmente en sectores sensibles como los de autopartes, acero y aluminio.
La INA señaló que con base en dicha orden ejecutiva y en la guía emitida por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés), hasta ahora se observa que las autopartes mexicanas listadas en la Proclamación 10908 que califican bajo el T-MEC quedarán exentas del pago de cualquier arancel y aquellas que no califiquen quedarán exentas de pagar los aranceles adicionales establecidos bajo la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales (IEEPA) y bajo la Sección 232 de acero y aluminio.
Ante esto, se le preguntó al director general de la Industria Nacional de Autopartes cómo recibió esta noticia y qué se debe hacer para que la industria mexicana sea más competitiva dentro de la cadena de suministro, aspecto que está ptrevisto en el Plan México que impulsa la actual administración federal.
En respuesta, Padilla definió dos momentos: uno antes de la entrada de la administración Trump, aunque se tenía la experiencia de haber vislumbrado una negociación del T-MEC, porque la renegociación fue impuesta por Trump y pasamos de un discurso de que se había negociado el mejor tratado, a tener una consideración por parte ahora de la nueva administración del gobierno de Estados Unidos de que era el peor acuerdo, pero que además se contaminó también de temas políticos.
Este momento viene a abrir el riesgo de una disrupción en la cadena de suministro. Y cuando hablamos de eso, hablamos de la afectación fundamentalmente en la pérdida de empleos. Cuando tú empiezas a hacer disrupciones en la cadena de suministro, empiezas a tenerlas en el planteamiento de inventarios, en las planeaciones de la compra y venta de partes y componentes, en el suministro, en las ventas.
Al afectar todo ese ecosistema, continuó Padilla, “empezamos a vislumbrar riesgos importantes e inminentes; recordemos que en la región de Norteamérica, de forma directa están involucrados más de 5.1 millones de empleos: 3.4 millones en Estados Unidos, 1.2 millones en México y más de 460,000 en Canadá”.
Entonces, dijo, cualquier cambio, como bajas ventas, mayores costos de producción o de exportación, puede afectar al empleo.
“Y no hablamos de paros laborales, sino de pérdida de empleos en el momento en que no se genera certidumbre”, indicó.
Reiteró que lo que afectó al ecosistema, y no nada más de una cadena de suministro de un sector tan importante como es el automotriz, fue meter un ingrediente de incertidumbre que no estaba en los procesos de planeación.
Trump no va a quitar el dedo del renglón
Explicó que Estados Unidos repentinamente ha girado hacia una política de protección y un clima de aranceles que nos ha traído mes con mes de cabeza, pero aclaró que lo que se pudo demostrar, no nada más desde México con las negociaciones que encabezó el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, sino con nuestras contrapartes en Estados Unidos y Canadá, es que la integración de la producción y manufactura de autopartes es un cruce transfronterizo constante de partes, componentes y de procesos.
El directivo recordó que ahora hay una exención arancelaria, pero pidió no perder de vista que el objetivo en Estados Unidos es devolverle capacidades de manufactura, que el presidente Trump no va a quitar el dedo del renglón y ha puesto sus ojos en la industria automotriz.
A la pregunta de cuáles son las desventajas que tiene Estados Unidos y las ventajas que tiene México, siendo la mano de obra una de ellas, contestó: “Un clima de aranceles hacia el sector es insostenible bajo el concepto de que se devolverán capacidades. Primero, por el talento; acabo de estar en Estados Unidos en una conferencia en el retail, en los parques industriales de manufactura en Estados Unidos, y hay una escasez de fuerza laboral, valuada en más de 400 mil empleos, que no pueden ser abastecidos por la fuerza laboral de ese país”.
Hoy, agregó, “Estados Unidos se está especializando en servicios y en la parte agrícola, pero la parte de la manufactura no es la excepción. Entonces, faltan ingenieros y necesitamos nosotros, al contrario, bajo el T-MEC, ampliar la movilidad de técnicos e ingenieros mexicanos para que hagan esas labores en la manufactura en Estados Unidos”.
Agregó que ese es un punto a favor, porque no puede ser sostenible una política de regresar o pretender desmantelar unidades fabriles, sea Tier 1, Tier 2 o de empresas, plantas, armadoras y automotrices hacia Estados Unidos por completo. Es decir, que emigren de México a ese país resulta inviable porque Estados Unidos por sí solo no puede ser competitivo y en el caso de la mano de obra no únicamente se habla de costos, sino que “México sí ha logrado construir en cerca de 10 o 15 años una fuerza laboral de especialización. Dejamos de ser un país de maquila tradicional. Por lo pronto, en el sector automotriz, hoy estamos hablando de tecnología avanzada en más de 24% de nuestras exportaciones de partes y componentes de electrónica y eléctrica”.
Oportunidades
Insistió Padilla: “Lo estamos viendo hoy, ustedes como testigos en Vanguardia Industrial, en el International Automotive Industry Supply Summit de este 2025: estamos siendo testigos del avance de la tecnología y en el piso de negocios no estamos hablando de aranceles, sino de oportunidades”.
Mencionó que otro tema relevante ahora es entender que en la producción para el compliance del comercio internacional se debe jugar en la cadena de suministro; es decir, de qué forma nos convienen las participaciones de Europa, Asia, de Estados Unidos y Norteamérica en este ir y venir de procesos de manufactura, pero sobre todo de las oportunidades.
La mejor resiliencia que vamos a encontrar es en la apuesta a la innovación y tecnología: hoy estamos abriendo muchas oportunidades y encontrando que, independientemente de que el ecosistema está afectado este año, hacia 2030 vamos a retomar la resiliencia de forma muy exitosa,
puntualizó.
Y lo que estamos viendo, explicó, “es que en el mediano y largo plazos vamos a retomar los incrementos de la producción y exportación, como lo veníamos haciendo desde 2020, rompiendo el récord de producción y exportación, aun cuando este año va a ser difícil por todo este clima de incertidumbre”.
Al cuestionamiento de qué se espera para este año, Padilla respondió que en 2025 no se dejará de producir: “Vamos a mantener, si bien crecíamos a dos dígitos, el crecimiento esperado es de 1.5 a 3.5%. Seguiremos teniendo récord de exportación y de producción. Y vamos a ir retomando nuevamente, como veníamos después de pospandemia, la producción y la exportación en incrementos de dos dígitos”.
Nueva oportunidad de nearshoring
El director general de la INA se dijo confiado y seguro de que viene una nueva oportunidad de un nearshoring 2.0, porque en el mundo de aranceles que está imponiendo Estados Unidos ha sido exitosamente reconocido que bajo el TMEC México quedará frente a otros países en mejores condiciones.
Padilla recordó en este sentido lo dicho por el secretario Ebrard: “Dentro de ese escenario de desventajas comparativas, México está mejor librado”.
¿Cómo lo vamos a interpretar en una industria donde arriba de 20% va a ser más caro importar partes y componentes de otros lugares del mundo, principalmente de Asia?, se pregunta el mismo Padilla, quien se responde que “en todo lo que es tecnología, la industria metalmetálica y la parte de plásticos estamos viendo relocalización de inversión”.
Política industrial y energética
Acerca de cuál es el plan y la agenda para la industria automotriz, pensando en que el gobierno federal busca disminuir las importaciones de ciertos productos, el directivo explicó que hay un gran potencial en partes y componentes, sobre todo en la electrónica y eléctricas, “pero sin duda estamos hablando de que si bien no ha habido una definición de política industrial, hoy creo que el gobierno sí tiene una parte fundamental, que es la política energética”.
Esta política energética, continuó, es una parte estratégica, como una antesala para hablar de política industrial, pero si no se tiene ahora la definición clara, precisa y apertura del gobierno para definir las reglas en que participará la inversión pública junto con la privada en este sector estratégico, habrá dificultades porque “sin energía no vamos a poder complementar las necesidades de manufactura y los crecimientos que requerimos. Sobre todo, porque necesitamos también incorporar energías limpias a nuestro sector para seguir mitigando todo este efecto de costos y que podamos elevar la productividad y la competitividad de nuestra industria. Pero necesitamos de ese pivote de política pública”.
De la política energética añadió que se está en espera de las normas secundarias, pero hizo énfasis en señalar que están encontrando un diálogo abierto después de que se pasaron seis años “que lamentablemente los industriales en el país no encontramos mucho eco y apertura. Hoy existe un diálogo. Con la misma coyuntura en la negociación con Estados Unidos hemos tenido un extraordinario apoyo y diálogo con el gobierno de México, principalmente con la Secretaría de Economía. No han sido la excepción los llamados y la disposición de la Secretaría de Energía, de la Secretaría del Trabajo, de Semarnat… Pero tenemos que acelerar el Plan México que fue anunciado y la única forma de acelerarlo es conjuntamente”.
Dentro del Plan México, indicó, “viene una parte que es elevar el contenido nacional y nosotros hemos iniciado con algunas iniciativas de desarrollo de proveedores; hemos hecho un programa —que lo dimos a conocer en Vanguardia Industrial
— que incluye iniciar un proyecto con el Banco Mundial y ya estamos en la segunda fase de esta prueba piloto”.
Comentó Padilla que se abrió la oportunidad de escalar el proyecto a nivel nacional con el apoyo del gobierno y dar un paso para aumentar las posibilidades del financiamiento que requieren las cadenas productivas, principalmente las Pymes mexicanas, para acceder a una cadena de suministro.
Ante esto, se le preguntó al directivo qué le han pedido a la Secretaría de Economía (el subsecretario de la dependencia, Vidal Llerenas, asistió al International Automotive Industry Supply Summit) y qué es lo más urgente, a lo que respondió que la facilitación comercial y todo lo que es el compliance del comercio exterior, sobre todo en IMMEX, en la parte de reglas de comercio exterior, es necesario desregular.
Necesidad de desregulación
“Se nos ha anunciado que vienen cambios positivos de desregulación, pero lo que tenemos que hacer es disminuir cargas administrativas e impositivas que parecieran que, por un lado, quieren apoyar a la industria; y, por el otro lado, estamos constantemente siendo un sector sobrerregulado, sobreauditado, sobresupervisado”.
Padilla señaló que puede haber gente que utiliza los programas de comercio exterior y los desvirtúa para hacer contrabando técnico, etcétera, pero aclaró que no es el caso de las autopartes. Y aunque eso se da en otros sectores, sentenció que se debe hacer una diferenciación, porque si se eliminan estas cargas regulatorias, entonces sí se acelerará el proceso de atracción de inversión en el país.
Proyectos en pausa
Añadió que hubo inversiones con un valor de cerca de 2,700 millones de dólares (mdd) que se detuvieron este año, que están en un “wait to see”, pero aclaró que no se cancelaron proyectos.
De hecho, 70% son reinversiones en las plantas y ampliaciones, pero sobre todo en las capacidades de diseño e innovación tecnológica.
“Cuando hablamos de diseño e innovación tecnológica estamos hablando de que México le está haciendo una apuesta a la manufactura avanzada, a seguir especializándose; y entre más especializados estemos en el país, vamos a seguir siendo una pieza de complementación de manufactura avanzada con Estados Unidos”, afirmó.
Aclaró que no hay anuncios de empresas que se vayan a ir del país y agregó que lo que se puede constatar son anuncios de ciertas líneas de producción nuevas en el sector automotriz. Hizo hincapié en que para unidades de fábricas completas se requieren de tres hasta siete años de planeación para la instalación de una armadora, como un Tier 1 por ejemplo.
Reiteró que no ha habido ningún cierre de compañías por completo. “Lo que sí hemos visto es que para algunas líneas de producción puede ser más conveniente, dependiendo del modelo de negocio de cada empresa, jugar con las nuevas reglas. Sobre todo para las nuevas líneas, hay que ver cómo están quedando con el contenido regional o local o el U.S. Content, al que finalmente seguirá un punto de revisión. Creo que ese será el siguiente reto que tiene México”.
Comentó al respecto que eso aún no está definido por parte de la autoridad, pues ahora hay un respiro: quedaron en 90 días y Estados Unidos no lo tiene claro todavía. Sin embargo, continuó, “sabemos que viene ya la presión por renegociar el TMEC y nuevamente serán el punto central las reglas de origen”.
En este sentido, “las recomendaciones que estamos haciendo con nuestros asociados es que cumplan, los que no estaban cumpliendo, con el T-MEC, que se adhieran al mismo; los que no pueden, tengamos primero sistemas de trazabilidad muy bien definidos y, sobre todo, conocer las oportunidades que tienen para sustitución de importaciones con proveeduría local o con la proveeduría misma que se produce en Estados Unidos, para disminuir las presiones que pudiera haber por partes y componentes, principalmente de las provenientes con China”.
Se le cuestionó al entrevistado qué le pasaría a la industria si el T-MEC desaparece y si lo tienen previsto, a lo que respondió que el peor escenario sería tener un tratamiento totalmente distinto por parte de Estados Unidos con respecto a México y Canadá. Comentó que con la política de aranceles que se está viviendo es como tener un ente muerto, que medio respiraba.
Habló de las señales por parte de Estados Unidos que dicen que si la parte canadiense no le conviene, establecería mejor un acuerdo con México.
Tratados internacionales dan certidumbre a la inversión
Para Padilla, “el peor escenario sería que cambiaran todas las reglas y nos quedáramos con una agenda bilateral. Pero finalmente el mejor escenario es que para eso están los tratados internacionales, porque nos dan certidumbre a la inversión, al sector privado; es mejor tener las reglas del juego dentro del tratado. Ahora, lo que tenemos que seguir buscando en estos años que quedan de la administración Trump y los retos de los siguientes meses es que siga hablando el presidente Trump del tratado”.
Al respecto, explicó que “hoy en día, con una salida hacia la exención que hubo en el sector, pues prácticamente dice el presidente Trump: ‘Mientras cumplan con el tratado’. Pero no es nada más el tratado, sino vernos como región competitiva, ese es el gran reto. Hoy Estados Unidos quiere ver las cosas desde su punto de vista”.
Por ejemplo, dijo, “53% de todas las autopartes que se introducen desde China a la región de Norteamérica lo importa Estados Unidos; nosotros no somos el patio trasero, como en algún momento se dijo. China viene a complementarse con algunas armadoras que vinieron a México y hay ahora cuando mucho 42”.
—¿Se les va a seguir abriendo la puerta a los chinos?
—Pues creo que China juega una parte de complementación por costos.
—¿Y siguen llegando de China fabricantes de autopartes a México?
—Llegan más de distribución para el mercado de aftermarket, que en la parte de la complementación.
—¿Ya está totalmente descartada la planta de manufactura de Chirey o de BYD?
—Pues decían que iban a venir ellos primero; creo que están viendo primero consolidar su mercado de ventas y después, como segunda etapa, cómo van a resolver la parte de suministrar refacciones y repuestos. Y luego pensarán en manufacturar. Aquí no hemos recibido ningún anuncio concreto o específico.
—Pero, sin duda, eso lastima a la industria, porque venden y exportan sus autos, pero no le apuestan a más empleos, a más manufactura aquí en México.
—Es una competencia. Somos un país que está insertado en las cadenas de suministro a nivel global. Aquí participan 40 países en la cadena de suministro. China sí ha sido una preocupación de los industriales en México, porque ha sido sorprendente ver algunas capacidades que llevan a preguntarse: ¿por qué te lo traes de China cuando lo podemos hacer aquí?
China, indicó, “va a ser un punto de presión; hay que tener el foco de alerta. Y qué lamentable que sea por la presión que nos impone Estados Unidos, que vamos a tener que voltear los ojos a ver el suministro de partes y componentes mexicanos, pero sobre todo porque el juego de China generará una presión en la renegociación.
—Se decía que Estados Unidos y China estaban ya para sentarse a dialogar, para terminar con esta guerra que se ha vivido.
—Sí. Al principio se decía que gobierno de México ya había planteado igualar con Estados Unidos una escala de aranceles hacia China. Pero coincidimos con la Secretaría de Economía en que eso no era conveniente.
Y ello porque “en la cadena de suministro hay partes y componentes provenientes de China que son fundamentales. Hay ciertas partes y componentes de materiales críticos respecto de los cuales dependemos de China. Estados Unidos depende de China en cuanto a algunas partes de la complementación. Aunque China representa apenas 3% de inversión en el sector automotriz. Es muy bajo todavía”.
Importante, mirar a otros mercados
“Pero hoy lo que vemos en el mercado interno es una gran competencia, porque hay unas 30 marcas compitiendo, pero en la parte de manufactura todavía es mínima la participación de empresas chinas. Sigue siendo nuestro socio estratégico principal Estados Unidos. Y hay otros países: Alemania, Japón, Corea, en armadoras y en la cadena de suministro. Europa viene a jugar un papel importante. Y esto nos tiene que obligar, aunque está configurado todo el diseño del modelo de negocio hacia la integración de Norteamerica, a ver hacia otros mercados”, consideró Padilla.
Explicó que estamos en la fase de aprobación de la modernización del tratado con la Unión Europea y esto daría oportunidades de incrementar las exportaciones en 10 por ciento.
Dijo que esta fase está por concluir en el Parlamento Europeo y estamos por ver que ya se inicie el proceso en el Senado de la República para que en los próximos seis meses se pueda hacer un anuncio oficial del acuerdo de modernización.
Gabriel Padilla consideró que esto no compensaría una pérdida por un nuevo anuncio de aranceles, pero sí ayudaría a que nuestras empresas tengan portafolios más diversificados y daría mayor planeación para sostener el clima de incertidumbre; “lo mismo si ampliamos nuestra posibilidad de manufactura de partes y sobre todo en oportunidades con Brasil”, con el que se tiene el Acuerdo de Complementación Económica 55 (ACE 55) y que también se puede ampliar.
Dijo que se están superando y arreglando algunos asuntos de interpretación de las reglas de origen que se tienen con Brasil. La manera de expandir este acuerdo es poniendo las reglas más claras, para que no haya dudas en la interpretación. Esto puede generar un crecimiento en las exportaciones, en ambos sentidos. “Brasil es un área de oportunidades, no lo dejemos, no lo descartemos; seguimos teniendo la gran oportunidad de cómo podemos seguir integrándonos en Norteamérica”.
Para el directivo, el diálogo que se ha logrado con Estados Unidos gracias a las reuniones de trabajo de Ebrard en ese país ha sido benéfico.
Consideró que lo importante es la frecuencia de las reuniones y el diálogo, porque no solo se discute la parte comercial, sino también otras consideraciones, como la protección de la inversión; es decir, continuó, hay una relación compleja, esto no es nada más aranceles, se habla de muchas otras consideraciones, de energía, de la parte laboral y ambiental.
Aranceles al acero
En el tema de los aranceles al acero Padilla explicó que se sigue pagando 25%, pero “creo que es un reacomodo. Había una discusión siempre en la industria acerera de qué tanto acero estaba entrando vía México que no era acero mexicano, sino de una triangulación de países asiáticos; pero el déficit en acero y aluminio no lo tiene Estados Unidos con México: lo tiene tal vez con otros países como Vietnam o China, pero no es el caso con México”.
El director general de la INA aseguró que los aranceles al acero no dejarán desprotegido su abastecimiento para la industria automotriz, por lo que no hay preocupación.
Y consideró que se genera un clima de mayor certeza para las negociaciones que hace la Secretaría de Economía con Estados Unidos en el momento en que hay una mejor supervisión de los programas de comercio exterior, en el sentido de que son bien utilizados. “Porque sí, tenemos que reconocer que si se están cancelando programas es porque se están encontrando evidencias claras” de un mal uso.
Reiteró que no habrá una disrupción del suministro de acero hacia el sector automotriz y explicó que en las órdenes ejecutivas no se está afectando directamente con problemas de suministro de acero y de aluminio.
Tecnología, el nuevo motor
Para concluir la entrevista se le pidió a Gabriel Padilla dar un mensaje a la industria automotriz en tendencias como la electromovilidad, a lo que respondió: “Son tiempos de estar mucho más preparados. Creemos que a veces en una industria tan exitosa como ha sido la automotriz nunca ni lo tenemos todo ni lo sabemos todo. Esta industria nos ha enseñado que debemos ir un paso adelante. Tenemos que hacer de este ecosistema de manufactura un ecosistema donde estemos hablando de tecnología, de Inteligencia Artificial, de autonomía, de tecnologías 4.0, que sea el mundo de la digitalización, no nada más de los procesos de manufactura, sino de la toma de decisiones. Y en el comercio exterior, en la parte laboral, creo que tenemos un gran potencial”.
Desde su punto de vista, lo que se vislumbra hacia el futuro es que la industria y los industriales del sector automotriz que apuesten a la tecnología van a salir más resilientes de este esquema de protección de aranceles impuesto por Estados Unidos y ese debería de ser el reto hoy en día.
Otro tema que consideró importante se refiere al de los costos e hizo un llamado a que como industria se siga trabajando en cómo ser más productivos y cómo disminuir los costos para ser más competitivos.
“Pero hablar de eliminación de costos no es nada más en los procesos de manufactura: tenemos que hacer empresas más comprometidas con el uso de energías limpias, con la economía circular, con el reciclaje. Hoy, en este encuentro del sector, en la cumbre de Querétaro del equipo original que le llamamos ahora, estamos viendo muchas empresas de servicios en materia de sostenibilidad, de economía circular, de reciclados, etcétera, con una participación muy exitosa, porque prácticamente hay una necesidad de las industrias de bajar costos y todo lo que implique hacer una reconfiguración, los compromisos con el medio ambiente, viene a fortalecer la presencia. Y no es nada más atraer inversiones: es mantener el real nivel de inversión que está comprometido”, finalizó Gabriel Padilla.
El director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Gabriel Padilla, afirmó que se presentará una nueva oportunidad de nearshoring 2.0, ya que, en el contexto arancelario que está imponiendo Estados Unidos, México quedará en una posición más favorable frente a otros países.
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La Industria Aeroespacial sigue despegando en estados como Guanajuato, nuestra especialista Silvia Ortiz de Vanguardia Industrial, nos explica la detonación de este sector en #NoticiasW con #VeroMéndez pic.twitter.com/itZ8boXKcU
— Vanguardia Industrial (@Vanguardiaind) September 13, 2023